En ocasiones tendemos a encasillar nuestros establecimientos en los sectores estrella para los que inicialmente fueron concebidos: sol y playa, urbanos, etc. La especialización es acertada, es la diferenciación la que nos lleva a posicionarnos frente a clientes y competidores, pero desafortunadamente, una única tipología no suele garantizarnos clientes todo el año. Entonces tenemos dos opciones: una es asumir que hay ciertas temporadas en las que año tras año tendremos que sobrevivir con pocos clientes o cerrar (en términos financieros, tirar de los beneficios de la temporada alta). La otra es hacernos un hueco en otro(s) segmentos que nos permitan mantener cierto nivel de actividad.

Uno de los segmentos que puede aportarnos y a los que podemos aportar es el golf. Y aquí podemos hacer una diferenciación entre destinos de golf y destinos con golf.

Destinos de golf

Son aquellos con alta concentración de campos y oferta complementaria (alojamiento, tiendas, bares y restaurantes) enfocada a este segmento. En España hay numerosos: Costa del sol, Costa Brava o Canarias, entre otros.

El error está en pensar que los golfistas solo se alojan en resorts u hoteles muy cercanos a algún campo de golf para dormir a pie de campo y no salir demasiado durante su estancia. Este tipo de cliente existe, pero también hay otro que prefiere alojarse en zonas céntricas que les permitan disfrutar de la oferta de ocio de la ciudad o en otras con buenos accesos para desplazarse a los distintos campos que vayan a jugar.

Por tanto, esos hoteles y apartamentos situados en los paseos marítimos, en el centro de las ciudades o cerca de una zona de ocio se postulan como muy atractivos.

He oído a compañeros decir: sí tenemos algunos golfistas porque los vemos venir con los palos. Normalmente reservan a través de una OTA. Ese cliente quería un hotel en el destino de golf, pero no un hotel de golf y te ha encontrado haciendo una búsqueda. ¿Cuántos más vendrían si tu alojamiento estuviera en el portfolio de agencias especializadas?

Destinos con golf

No todo es golf en la vida del golfista. A veces el motivo del viaje es otro (cultural, gastronómico, visitar a familiares …) pero puede que el destino cuente con campos de golf. Pensemos en ciudades como Sevilla, Bilbao o La Coruña, entre otras muchas, que tienen a su alrededor grandes campos. Lamentablemente, en pocas ocasiones vemos una oferta en la que se usen estos excelentes campos como reclamo.

Puede que no estemos en un destino de golf, pero sí que estamos en un destino con golf: ofrezcamos al cliente que busca golf un buen plan para que pueda disfrutar de la zona y jugar al golf. Si tenemos en cuenta que muchos de estos campos son sociales, con salidas para visitantes limitadas, el componente de exclusividad hará sin duda que el paquete oferta sea más atractivo.

¿Qué puede aportar el golf a tu alojamiento?

No importa si estamos en un destino de golf o en un destino con golf. Trabajar con este sector nos ayudará a diversificar y mejorar la rentabilidad de nuestro establecimiento, a darle mayor visibilidad (en otros segmentos) e incluso a llegar a potenciales clientes de nuestro segmento principal (un cliente de golf en octubre puede ser un cliente vacacional en verano).

Además, los establecimientos tienen un papel muy importante en los destinos de golf, tanto que a veces es muy complicado comercializar un campo de golf porque alrededor no hay una oferta de alojamiento o, lo que es peor, la hay, pero no ha reparado en este segmento. A veces simplemente por desconocimiento del potencial o del funcionamiento del sector estamos tan centrados en la operativa principal que no explotamos otras vías.

Sabiendo esto, tal vez puedas mirar a tu hotel o apartamentos de otra forma y saber si tiene potencial para el segmento golf. Aquello que a priori podía parecer una debilidad del establecimiento o destino, con la perspectiva correcta puede convertirse en una oportunidad que nos permita vender en el segmento golf.

En definitiva, se trata de diversificar para optimizar nuestro inventario de habitaciones y combatir los altos costes fijos. Todos conocemos la frase habitación no vendida es habitación perdida. ¿Sabes cuántas has dejado de vender este año? Calcúlalo aquí y trabajemos juntos para que el próximo sean las menos posibles.

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